Sociedad

La situación económica afecta la salud mental de las tres cuartas partes de los argentinos

Actualizado: 27 junio, 2024

El Observatorio de Psicología Social de la Universidad de Buenos Aires midió lo que llamó “Termómetro psicosocial y económico” y como dato de gran valor psicológico extrajo que el 72% de los encuestados afirma que los problemas económicos afectan en gran medida a su salud mental.

Hace hincapié en el informe acerca de una marcada polarización en la percepción de los problemas del país y el estado de ánimo de la población.

Entre los temas más mencionados se encuentran la corrupción, la inseguridad y la inflación, aunque las opiniones varían significativamente según la preferencia política de los encuestados.

Así, los votantes de Javier Milei tienden a tener una visión más optimista, mientras que los de Sergio Massa reportan una mayor incidencia de sentimientos negativos como la angustia y la tristeza.

De este modo, aparece una vez más la profunda grieta multidimensional (cognitiva, ideológica, de cosmovisión socio-política y emocional) que viene caracterizando a la sociedad argentina desde hace dos décadas.

Los representantes polares de la grieta han ido mutando desde el 2000 en adelante, desde kirchnerismo-antikirchnerismo, kirchnerismo-macrismo, mileísmo-antimileísmo, pero lamentablemente la grieta sigue y se ha cristalizado y exacerbado en los distintos estratos sociales.

Segmentación por voto
En cada uno de los ejes temáticos y sobre la percepción de problemas que se aborda en este estudio, los resultados obtenidos sólo pueden ser bien descriptos y comprendidos si se aplica la segmentación por voto.

Reflexiona al final sobre el impacto que tuvieron las constantes y turbulentas crisis socioeconómicas en la subjetividad de los ciudadanos argentinos.

De acuerdo a los datos recogidos en los numerosos estudios efectuados desde OPSA, es notorio que, sobre cada problemática abordada, si se describiera lo que piensa y siente la sociedad en su conjunto, se estarían “licuando” los resultados al promediar los extremos polarizados.

Es decir, sólo separando las “dos poblaciones” es que se puede echar un poco de luz diagnóstica sobre las partidas mentales (emociones y pensamientos) que están presentes en los individuos de una sociedad que aparece como irremediablemente escindida.

Incertidumbre futura
La percepción de la situación económica personal futura también está profundamente dividida.

Mientras que un sector de la población se muestra optimista sobre su economía personal en los próximos 12 meses, otro grupo es marcadamente pesimista, especialmente los votantes de Massa.

Esta polarización se extiende a la evaluación de la gravedad de la crisis socioeconómica actual, donde el 54% de los encuestados considera la situación como extremadamente grave.

Las estrategias defensivas frente a la crisis son variadas, pero la mayoría de los argentinos optan por reducir gastos y utilizar ahorros para enfrentar la disminución de ingresos.

La preocupación por la estabilidad económica es generalizada, reflejando un temor extendido por el futuro inmediato.

Los datos revelan que el 70% de los encuestados cree que el país está en decadencia, y un 63% menciona la inseguridad como una preocupación principal.

Además, el 41% teme perder su empleo, y el 37% teme no encontrar trabajo en su profesión.

La pobreza, la corrupción y la inflación se destacan como los problemas más graves del país, con un 83%, 65% y 60% de menciones respectivamente.

Latinoamérica lidera la mejora emocional del mundo
Los resultados del reciente informe de la asesoría estadounidense Gallup sobre emociones globales en 2023 revelan que, a pesar de los conflictos en Ucrania y Gaza, el mundo está en un mejor estado emocional que durante la pandemia.

Gallup puntualiza que, desde hace años, los países de Latinoamérica lideran la clasificación de las emociones positivas, una posición que, en el último informe, se traduce en que seis de los 10 países del mundo que sienten más emociones positivas forman parte de esa región.

Los ‘top 10’ incluyen a Paraguay, Panamá, Guatemala, México, El Salvador y Costa Rica, mientras que de fuera de Latinoamérica solo se encuentran Indonesia, Malasia, Senegal y Filipinas.

En el otro extremo de la lista, el de las naciones con experiencias negativas, se encuentran Afganistán, Chipre del Norte, Turquía, el Líbano y Yemen.

La Argentina está fuera de uno y otro segmento, en materia emocional.

NA