Murió el Papa Francisco: a los 88 años, el argentino que lideró una nueva era de la Iglesia
Actualizado: 21 abril, 2025
El Pontificado de Francisco
Su Pontificado comenzó en marzo de 2013 y se caracterizó por una participación activa en los grandes conflictos de la humanidad y por su impronta reformista.
En su predica, en especial dirigida a los jóvenes, promovió el compromiso hacia los más pobres y los migrantes y advirtió los peligros del «dios dinero».
Francisco le prestó especial atención a los conflictos internacionales e intercedió, entre otras, por la paz en las guerras palestino-israelí y ruso-ucraniano. También llamó a cuidar al medio ambiente y abogó por controlar los capitales especulativos. Desde la palabra y el ejemplo, promovió reformas en la Iglesia Católica para lograr una mayor transparencia.
El papa Francisco tuvo a los jóvenes como uno de sus destinatarios principales.
Con la Argentina, su país natal, Francisco tuvo una relación cercana, atenta, pero siempre evitando inmiscuirse en la política diaria. Recibió a todos los presidentes que convivieron con su papado. Tanto Cristina Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández e incluso Javier Milei, quien llegó a calificarlo como el «maligno en la tierra», tuvieron su foto con él.
La cuenta pendiente fue una visita al país, siempre postergada para un tiempo político más calmo que nunca llegó. Sí visitó a los países vecinos Bolivia, Paraguay y Brasil. El primer viaje a Sudamérica fue a Rio de Janeiro, a poco de asumir. En julio de 2013 viajó a la ciudad carioca para participar de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud.
En aquel viaje, uno de los primeros de su Pontificado, hizo un llamamiento a la Iglesia para que sea agente de cambio social por «un mundo nuevo» e invitó a los jóvenes a «salir a la calle y hacer lío».
Durante su discurso hizo una balance de su visión sobre la situación que se vivía en aquel momento. «Esta civilización mundial se pasó de rosca. Es tal el culto que ha hecho al dios dinero, que estamos presenciando una filosofía y una exclusión de los dos polos de la vida, que son las promesas de los pueblos: los ancianos y de los jóvenes», afirmó.