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Trabajadores del Garrahan realizan un paro tras el veto de Milei

Actualizado: 12 septiembre, 2025

os trabajadores del Hospital Garrahan nucleados en la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) realizan un nuevo paro que comenzó a las 7.00 de este viernes, en rechazo al veto de la Ley de Emergencia Pediátrica.

La medida de fuerza se decidió luego de que el presidente Javier Milei vetara la Ley de Emergencia Pediátrica y la misma afectará al funcionamiento del centro de salud debido a que todo el equipo médico y no médico del Garrahan se adherirá al cese de actividades y sólo contarán con asistencia en internaciones y guardia.

Además, habrá una asamblea a las 13, mientras que también tienen previsto congregarse a las 15:30 para llevar a cabo una marcha desde el Congreso de la Nación y llegar a las 17:00 a la Plaza de Mayo.

Los organizadores remarcaron: “El presidente vetó al Garrahan y la Universidad: vetémoslo nosotros como pueblo en las calles”, y convocaron a toda la sociedad a sumarse al ruidazo colectivo en defensa de la salud y la educación públicas, subiendo esta noche a redes sociales videos con el hashtag #RuidazoNacional.

Entre las sedes confirmadas para los ruidazos en el interior del país figuran Paraná, La Matanza, Córdoba, Salta, Moreno, Luján, Río Gallegos, Rosario, Jujuy y San Juan, además de asambleas en distintas facultades de la UBA.

La citada norma había sido aprobada por el Congreso que establecía mayores fondos y mejoras salariales para el Hospital Garrahan y otros centros pediátricos del país.

El proyecto fue impulsado como respuesta a la crisis creciente evidenciada en los principales hospitales del país, donde la falta de fondos y la depreciación de los salarios generaron renuncias masivas, dificultades para cubrir guardias y un retroceso en la calidad de atención proporcionada a la población infantil.

El Poder Ejecutivo formalizó el veto a la ley bajo el argumento de que su aprobación implicaría una afectación significativa a las cuentas públicas en un contexto de restricción presupuestaria. Desde la Casa Rosada, se consideró que la norma podía generar un efecto cascada sobre otros sectores y que, además, la solución a los problemas estructurales de la salud pública no puede basarse en aumentos puntuales de partidas sin una revisión integral del modelo de financiamiento.

El texto del decreto de veto aludió a la necesidad de “preservar el equilibrio fiscal” y advirtió que la propuesta legislativa, de aplicarse, incrementaría compromisos de erogación sin la previsión de nuevas fuentes de financiamiento ni mecanismos de asignación eficiente de recursos, en línea con el planteo general del Gobierno en materia presupuestaria y de control del gasto.