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El Papa Francisco salió al cruce de las críticas: «No soy comunista»

Actualizado: 17 octubre, 2023

«Sí, me gustaría ir». Con esa frase, el Papa Francisco confirmó su intención de viajar a la Argentina. Lo hizo en una entrevista concedida a la agencia de noticias Télam, en la que también negó ser «comunista» y, sin nombrarlo, hizo alusión a los cuestionamientos del candidato presidencial de la Libertad Avanza, Javier Milei.

«Alguno me decía que, ya que voy a la Argentina, haga escala en Río Gallegos, después en el Polo Sur, aterrice en Melbourne y visite Nueva Zelanda y Australia. Sería un poco largo», comentó Francisco. Y al ser consultado sobre cómo planea sus viajes, explicó: «Llegan muchas invitaciones, hay todo un elenco de posibles viajes y algunos se imponen por sí mismos, por ejemplo, el de Mongolia. Otros son más planeados, dentro de Europa, como el viaje a Hungría. Depende de cada caso. Siempre hay una invitación y después está la intuición del momento. No es algo automático, cada decisión es original, única».

El Santo Padre, tal como se indicó, hizo referencia a las críticas de Milei. «Dicen que el Papa es comunista. No es así. El Papa agarra el Evangelio y dice lo que dice el Evangelio. Ya en el Antiguo Testamento, el derecho hebreo pedía que se cuidara a la viuda, al huérfano y al extranjero. Si una sociedad cumple estas tres cosas anda fenómeno. Porque se hace cargo de situaciones límites de la sociedad. Y si se hace cargo de las situaciones límites, lo hará con las otras también», explicó.

«Cuando se empieza a contratar en negro para no pagar los aportes y negociar el futuro de esa gente a la esclavitud, ahí empieza a enfermarse el trabajo. Y en vez de dar dignidad, el trabajo confiere esclavitud. Tenemos que ser muy atentos a esto. Y aclaro que no soy comunista como dicen algunos. El Papa sigue el Evangelio», insistió.

Papa Francisco: «Estamos viviendo una guerra mundial a pedacitos»

En días del conflicto entre el Ejército de Israel y el grupo terrorista Hamás, Francisco retomó el concepto de «seguridad integral». «Uno no puede lograr una seguridad parcial, de un país, si no es una seguridad integral, de todos. Uno no puede hablar de una seguridad social si no hay una seguridad universal, o que esté en proceso de universalizarse. Creo que el diálogo no puede ser solo nacionalista, es universal, sobre todo hoy día con todas las facilidades que hay para comunicarse», comentó el Pontífice.

«Por eso -continuó- hablo de diálogo universal, de armonía universal, de encuentro universal. Y claro, el enemigo de esto es la guerra. Desde que terminó la Segunda Guerra Mundial hasta ahora, hubo guerras en todos lados. Fue lo que me llevó a decir que estamos viviendo una guerra mundial a pedacitos».

Francisco se refirió también al empleo y los trabajadores. «Hay líderes políticos, en distintos países, que basan sus promesas de campaña en acabar con los derechos conquistados. Cuando un trabajador no tiene derechos o se lo contrata por poco tiempo para ir cambiándolos y no pagar aportes, se lo convierte en esclavo y uno se transforma en verdugo. Verdugo no es solamente aquel que mata a una persona, sino también el que explota a una persona. Tenemos que tener conciencia de esto», opinó el Papa.

Y agregó: «Cuando se empieza a contratar en negro para no pagar los aportes y negociar el futuro de esa gente a la esclavitud, ahí empieza a enfermarse el trabajo. Y en vez de dar dignidad, el trabajo confiere esclavitud. Tenemos que ser muy atentos a esto».

En tanto, el Papa envió un mensaje a la juventud: «Una de las cosas que tenemos que enseñarles a los chicos y a las chicas es a manejar las crisis. A resolver las crisis. Porque eso da madurez. Todos fuimos jóvenes sin experiencia y a veces los chicos y las chicas se aferran a milagros, a mesías, a que las cosas se resuelven de manera mesiánica. El Mesías es uno solo que nos salvó a todos. Los demás son todos payasos de mesianismo. Ninguno puede prometer la resolución de conflictos, si no es a través de las crisis saliendo hacia arriba. Y no solo».

«Pensemos cualquier tipo de crisis política, en un país que no sabe qué hacer, en Europa hay varios… ¿Qué se hace? ¿Buscamos un mesías que venga a salvarnos de afuera? No. Busquemos dónde está el conflicto, agarrémoslo y resolvámoslo. Manejar los conflictos es una sabiduría. Pero sin conflictos no se va para adelante», enfatizó.

Por último, Francisco contó cómo es su relación con Dios. «Cuando rezo no soy complicado. Incluso, alguno podrá decir que tengo una espiritualidad anticuada. Puede ser. En ese sentido, hay como un hilo conductor desde la niñez hasta ahora. La conciencia religiosa ha crecido mucho, es otra cosa, ha madurado, pero el modo de expresarme con Dios siempre es sencillo. No me sale ser complicado», comentó el Papa.

«A veces digo (mira hacia arriba) ‘arreglá vos este asunto porque yo no puedo’. Y le pido la intersección a la Virgen, a los santos, para que me ayuden. Y cuando hay que tomar una decisión, antes siempre está el pedido… la luz de arriba, ¿no? Pero el Señor es un buen amigo, me trata bien. Me cuida mucho, como nos cuida a todos. Tenemos que pescar cómo nos cuida, a cada uno nos cuida con nuestro estilo. Eso es muy lindo».