Incesante ingreso de peregrinos para honrar a la Virgen del Valle

Actualizado: 8 diciembre, 2023

Según datos proporcionados por la Policía de la Provincia, más de 69 mil peregrinos arribaron hasta las 19.00 horas de ayer jueves a la ciudad de Catamarca, en una clara muestra de veneración por la Virgen del Valle, un poco más que lo registrado hasta esta fecha para el año pasado, aunque después de esa hora y hasta el cierre de esta edición el ingreso de promesantes seguía siendo incesante.

La ruta nacional 38 (Este), es la que registra mayor cantidad de ingresantes, provenientes de las provincias vecinas de Tucumán y Santiago del Estero, y los departamentos del Este Provincial. En esa misma arteria, pero por el acceso sur también llegaron peregrinos de La Rioja y de los departamentos del Oeste provincial.

Desde la mañana del miércoles en la ruta nacional 38, frente al acceso de la Cuesta del Portezuelo, se ubicaron carpas de Defensa Civil, donde prestan servicios médicos, enfermeros y agentes sanitarios del Hospital de Villa Dolores durante las 24 horas.

También, ofrecieron servicios los municipios de Paclín, Valle Viejo y Capital y se notó un gran recibimiento por parte de varios grupos de familias o amigos que brindaron asistencia a los peregrinos con agua, frutas y otros hasta ofrecieron almuerzo y cena. Uno de ellos es el puesto “Las Marías” ubicado en el ingreso al Barrio La Antena, quienes desde hace más de 15 años ofrecen gratuitamente este servicio. A la altura de Villa Noriega (Paclín), desde hace 10 años Rotary Club San Fernando, también estuvo brindando asistencia con alimentos y agua mineral, pero además en este puesto hubo médicos voluntarios para recibir a los peregrinos que requerían atención.

El Rotary Club San Fernando, con sus socios como protagonistas, también ayuda a los peregrinos en un espacio creado para tal fin en la localidad de Villa Noriega, en el departamento Paclín. Allí les brindan agua, frutas y sandwich para fortalecer a quienes caminan en dirección a la Capital catamarqueña.

Los profesionales médicos del Rotary atienden y curan los pies lastimados de hombres y mujeres que movidos por la fe, caminan sin importar el dolor.