NASA y SpaceX lanzan Crew-10 para rescatar a astronautas en la EEI
Actualizado: 12 marzo, 2025
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de los Estados Unidos (NASA) y SpaceX tienen previsto lanzar este miércoles una nueva misión tripulada hacia la Estación Espacial Internacional (EEI), según informó la primera entidad.
Según se adelantó, la nueva misión, llamada Crew-10, enviará a la EEI a las astronautas de la NASA Anne McClain y Nichole Ayers, el astronauta Takuya Onishi de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón, y al cosmonauta de Roscosmos Kirill Peskov.
El despegue está programado para las 19:48 hora del Este dde EEUU (18.48 de Argentina) del miércoles, desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida, indicó la NASA. Se espera que la nave espacial se acople con la EEI el jueves, agregó un informe de la agencia de noticias Xinhua.
La misión SpaceX Crew-9 de la NASA con los astronautas de la NASA Nick Hague, Suni Williams y Butch Wilmore, y el cosmonauta de Roscosmos, Aleksandr Gorbunov, regresarán a la Tierra luego de la llegada de la misión Crew-10 al laboratorio orbital, señaló la NASA.
Williams y Wilmore estuvieron varados en el espacio desde junio pasado debido a problemas técnicos del Starliner de Boeing que los llevó a la EEI.
Un descubrimiento realizado por un equipo dirigido por investigadores de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) toca las fibras de algunas lecciones cósmicas clave. Se trata de una nueva galaxia enana, llamada Andrómeda XXXV y ubicada a unos 3 millones de años luz de distancia.
Este nuevo conocimiento proviene de las afueras de Andrómeda, el vecino galáctico más cercano a la Vía Láctea, donde los astrónomos han descubierto esta galaxia satélite más pequeña y más tenue del sistema hasta la fecha. Su descubrimiento está obligando a los astrónomos a repensar cómo evolucionan las galaxias en diferentes entornos cósmicos y sobreviven a diferentes épocas del universo.
Marcos Arias, autor principal del informe en ‘Astrophysical Journal Letters’ detalla el descubrimiento «Todavía tenemos mucho por descubrir. Hay tantas cosas que aún necesitamos aprender, incluso sobre lo que está cerca de nosotros, en términos de formación, evolución y estructura de las galaxias antes de que podamos realizar ingeniería inversa de la historia del universo y entender cómo llegamos a donde estamos hoy».
Nuestro sistema de la Vía Láctea también alberga docenas de estas galaxias satélite o compañeras, lo que explica por qué su historia aún se está escribiendo. Estas compañeras son distintas de su enorme galaxia anfitriona central, pero aún así están lo suficientemente cerca como para quedar atrapadas en su garra gravitacional. Los satélites también son mucho, mucho más pequeños.
«Se trata de galaxias completamente funcionales, pero de un tamaño de aproximadamente una millonésima parte del de la Vía Láctea», subraya el autor principal del estudio, Eric Bell , profesor de la UM y presidente asociado de astronomía. «Es como tener un ser humano perfectamente funcional del tamaño de un grano de arroz». Como son mucho más pequeñas, estas galaxias satélite también son mucho más tenues y más difíciles de detectar. Recién en las últimas dos décadas los astrónomos han tenido tecnología lo suficientemente sensible como para descubrir la mayoría de los satélites conocidos de la Vía Láctea. Y actualmente es imposible para los observadores detectar satélites extremadamente débiles que orbitan alrededor de anfitriones más alejados que Andrómeda, comenta Bell.
Debido a su proximidad a nosotros, los satélites de la Vía Láctea han sido nuestra única fuente de información sobre estas diminutas galaxias. Aunque los científicos ya habían descubierto galaxias satélite en Andrómeda antes (por eso se llama Andrómeda XXXV y no Andrómeda I), eran demasiado grandes y brillantes como para cuestionar firmemente lo que hemos aprendido de la Vía Láctea.