Tras la amenaza de renuncia por la investigación a su esposa, Pedro Sánchez anuncia que seguirá en el poder
Actualizado: 29 abril, 2024
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se queda. Después de haber dado pie a todo tipo de especulaciones durante los cinco días más extraños de la política española en décadas, Sánchez compareció ante la Moncloa para explicar a la ciudadanía que el periodo de reflexión que abrió de manera inesperada el pasado miércoles ha desembocado en la decisión de continuar en el cargo para liderar “la regeneración de España”, cuya política se ha visto marcada por “las mentiras y la difamación”, y de la que habría sido víctima su esposa.
Sin embargo, Sánchez, difícilmente habrá conseguido poner ese “punto y aparte” en la política española que asegura querer promover. Con toda seguridad, la oposición y sus detractores verán el movimiento como el enésimo ejercicio de tacticismo del líder del PSOE para intentar situarse en una posición de mayor fuerza en las decisivas elecciones que se acercan, las catalanas del 12 de mayo y las europeas del 9 de junio. En lugar de contribuir a asosegar la política española, probablemente, si cabe, logrará lo contrario.
Con gesto serio, y tan solo minutos después de visitar al rey Felipe VI para comunicarle su decisión, Sánchez hizo un discurso breve, de menos de diez minutos en el que apeló a los valores tradicionales de la sociedad española, con la familia en el centro, para explicar su comportamiento. Además, expresó su agradecimiento a su “querido partido”, por el apoyo recibido, y justificó su decisión final en “la movilización social” acaecida durante los últimos días para pedirle su continuidad.
Antes de anunciar solemnemente su decisión final, Sánchez ha lamentado que en España se haya confundido la “libertad de expresión” con la “libertad de difamación”, y que su familia lleve siendo víctima de este fenómeno desde hace diez años. “La campaña no parará, pero no es lo más relevante. Podemos con ella”, dijo en la primera frase que ya dio una señal clara de qué camino iba a emprender.
“El pasado miércoles escribí una carta dirigida a la ciudadanía, me planteaba si merecía la pena. Tengo la respuesta clara. Si permitimos ataques a personas inocentes, entonces no merece la pena. Si permitimos que las mentiras sustituyen el debate, entonces no merece la pena. Necesitaba para y reflexionar. La carta puedo desconcertar porque no obedece a cálculo político. He reconocido antes quien buscan quebrarme, que duele vivir estas situaciones. He actuado desde una convicción clara. Esto no es una cuestión ideológica.”, dijo desde la Moncloa.
“Asumo la decisión de continuar, con más fuerza si cabe. Esto no va del destino de un dirigente particular. Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos ser. Nuestro país necesita esta reflexión. Llevamos demasiado tiempo dejando que el fango contamine nuestra vida pública”, continuó.
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